Gustavo Petro fue elegido como el nuevo primer mandatario de la República de Colombia, tras la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de este domingo 19 de junio. La elección democrática del primer presidente de izquierda, trae consigo no sólo un cambio, sino también un compendio de sentimientos para los colombianos que, por los números en los resultados, demuestra claramente la división de la opinión pública e ideales.
Sin duda fue una jornada de votación histórica para el pueblo colombiano, siendo la más alta estadísticamente, pues el líder del ‘Pacto Histórico’ obtuvo el 50,44% (11,2 millones de votos), contra el 47,31% de Rodolfo Hernández, con una cifra impresionante de 10,5 millones de votos. Y es que ‘la tercera es la vencida’, así declaran en redes los seguidores de Petro, refiriéndose a la tercera ocasión que el economista de profesión aspiraba al objetivo de gobernar a Colombia.
La incertidumbre mencionada sobre lo que será el periodo de gobierno de Gustavo Petro es muy grande, primero por la historia social y política del cordobés, por haber sido guerrillero del M-19 en los años 80, sino también del tipo de reformas que realizaría en el país en muchos sectores como camino del cumplimiento de sus propuestas de campaña.
Hay que decir que Gustavo Petro se incorporó al gobierno de Colombia una vez desmovilizado el M-19 y a partir de allí participó en la redacción de la Constitución Política de 1991. En 1994 fue diplomático en Bruselas y al regreso al país se desempeñó como Representante a la Cámara en el 2002. Más adelante fue Senador del 2006 al 2010 y en el año 2011 fue elegido alcalde mayor de Bogotá, donde para muchos tuvo un periodo destacado y hoy la capital de la república lo respaldó en las recientes elecciones.
Uno de los aspectos claves de Petro para llegar a la presidencia tuvo que ver con la compañía de Francia Márquez, su vicepresidenta, quien era reconocida por ser líder social, del municipio de Suárez, Cauca y trajo para la campaña una gran cantidad de votos de las zonas más afectadas por la violencia. Su bandera tiene que ver con la defensa del medio ambiente y los derechos de las mujeres.
Sobre las iglesias
No es un secreto que en campaña en el transcurso de la segunda vuelta los seguidores de Petro arremetieron en las redes sociales contra sectores cristianos y aún contra el excandidato presidencial de Colombia Justa Libres el pastor John Milton Rodríguez, en son de burla. Esto conlleva a pensar cierta persecución del ahora presidente contra la libertad de cultos y la imposición de impuestos para las iglesias de Colombia. Referente a esto, el presidente Petro habló en un video días antes de las elecciones:
«Hola a todos los creyentes de Colombia. Me dirijo a todas y a todos ustedes para transmitirles mi absoluto compromiso con la protección de los derechos de libertad de religión, culto y conciencia. Como futuro presidente de Colombia voy a defender, ampliar y reforzar nuestro sistema de Asuntos Religiosos tal como hice en Bogotá cuando fui alcalde. Tengan la tranquilidad de que en mi gobierno las iglesias mantendrán sus puertas abiertas en total libertad y sin que se les adicione ningún impuesto, trabajaré para promover la libertad e igualdad de culto en todos los ámbitos de gobierno y en todos los rincones del país. Creo en ello y es mi firme compromiso», declaró el mandatario.