¿Qué significa venir a Cristo? Habitualmente esta palabra se consigue en las sagradas escrituras y, cuando se emplea en la vida, trata de esas acciones del alma por las que se abandona el pecado y las disociaciones personales para ir a Jesucristo. Pero el cristiano pasa por diferentes pruebas en su caminar y es necesario que este sea purificado del mal que persiste en su corazón, aunque muchos piensen que no se debe cambiar y que solos pueden sin Dios, sin su ley divina, siendo un antinomiano.
Una de las primeras cosas a las cuales se enfrenta el cristiano en la sociedad es que, a través del tiempo, se ha visualizado este como un religioso, dogmático y juzgador, este es un falso concepto que el ser humano ha adjudicado a los creyentes.
Cuando Jesús llega a la vida de una persona, en el momento que este acepta creer en Él, las cosas empiezan a cambiar de manera progresiva. En la biblia el Apóstol Pablo hace mención “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). La reflexión de este pasaje es que toda persona que está en Cristo es una nueva criatura, ya no es el mismo y cambia su actitud y perspectiva de como ver las cosas, dejando atrás el viejo hombre.
Podríamos decir que el ser cristiano es un estilo de vida, una forma perfeccionada de cómo se deben ver las cosas en este mundo (cosmovisión cristiana), siendo parecidos a la figura de Cristo, a andar como Él anduvo (1 Juan 2:6), una santidad que involucra a la plenitud del ser del creyente (1 Tesalonicenses 5:23). Cabe destacar que Jesús en su andar por este mundo, dio ejemplo a las sociedades de cómo se debe ser. Enfrentó el furor de la religión y la política, un poder destructivo que imponía autoridad insensata donde se regían por la Ley; a pesar de la arrogancia y desdicha de religiosos políticos, cumplió con el mandato de Dios dando su vida por la humanidad (Hebreos 9:28).
En el mundo actual azaroso y cruel, se han ido gestando diversos puntos de vista de cómo ver las cosas desde la ciencia y las diferentes corrientes del pensamiento. La sociedad según Durkheim, es “un poder social que regula a los individuos mismos que dependen de todos y todas para formar una convivencia colectiva alineándose de manera armónica”. Pero, ¿realmente la sociedad es esto en la actualidad? Si realizamos un análisis de cómo está el mundo, podríamos definir que las sociedades están inmersas en antivalores que degradan la esencia del ser humano, alejada en su totalidad de Dios, siendo una sociedad no armónica.
Un factor que interviene de forma volátil en la vida de un cristiano es la intelectualidad. La negación de lo espiritual como modelo de construcción de una sociedad culta es el precedente de muchos ateos. La ciencia y las principales corrientes del pensamiento han querido ilegitimar las Sagradas Escrituras por no tener pruebas tangibles. El filósofo inglés, Francis Bacon, creador de la metodología inductiva, refiere que el hombre de ciencia solo debe aceptar explicaciones mediante observaciones validadas. El hombre de fe no necesita de pruebas contundentes para seguir a Cristo (2 Corintios 5:7).
El mundo está inmerso en pasiones desordenadas, inmoralidad, moda, entre otros. En este sentido, se puede decir que el conjunto de ideologías en la cual basa la vida el ser humano como lo es el pensar, vestir, creer, entre otros; lo hace por medio de la cosmovisión que tiene; pudiendo ser una cosmovisión verdadera o falsa, consciente o inconsciente, inoculada por agentes externos (instituciones, industria musical, industria cinematográfica).
La vida del cristiano en la sociedad es difícil, ya que todos los procesos antes mencionados hacen que decidir seguir en el camino de Cristo sea turbio. Solo debes permitir que el Espíritu Santo obre en tu vida para que seas transformado, tengas las fuerzas para continuar y no declinar en medio del camino que Dios puso para ti. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Filipenses 4:13.