Yerry Mina, defensor del Everton de Inglaterra, hace mucho dio a conocer su pasión por Jesucristo y su destacado ejemplo de vida es fuente de elogios para él y su familia. Sin embargo, muchas pruebas ha tenido que enfrentar, numerosas en el ámbito deportivo.
El colombiano se ha tenido que ganar a pulso su titularidad en el equipo de Carlo Ancelotti y sobre todo estar al nivel de la Premier League, un fútbol muy físico y de bastante choque con los contrarios. En el último año su regularidad se estropeó por causa de lesiones. Yerry contó a los medios cómo Dios lo ha levantado y renovado sus fuerzas para luchar con todas estas vicisitudes, además de la bendición de ser uno de los zagueros estrella de la Selección Colombia de Fútbol.