Las iglesias cristianas y la católica se unieron en Colombia en una gran movilización por la paz del país, logrando que miles de personas en ciudades como: Bogotá, Bucaramanga y Manizales salieran a marchar para proclamar la necesidad de una auténtica conciliación y sobre todo proclamar el nombre de Jesucristo.
En Bogotá D.C, la movilización fue masiva para la gran marcha nacional para Jesús. Miles de personas comenzaron su marcha aproximadamente a las 12:15 p. m. del domingo, 4 de agosto de 2024, partiendo del Parque Nacional con destino a la emblemática Plaza de Bolívar. Los participantes de la marcha expresaron su deseo de crear un espacio concreto donde la paz pueda ser una realidad tangible. Dejaron claro que no marchan por intereses políticos ni por ningún otro propósito más allá de promulgar la vocación de Jesucristo.
Los gremios de fe cristianos y católicos se congregaron en este evento para manifestar su compromiso con la paz, destacando la importancia de construir un futuro de esperanza desde los valores de Jesucristo, la fe y la unión. Frente al Congreso de la República, se ofrecieron palabras especiales sobre la lucha continua por la paz y la necesidad de trabajar juntos como nación para alcanzar este noble objetivo. Hubo oportunidad para la alabanza y adoración por bandas reconocida como Su Presencia, además de la oportunidad para escuchar reflexiones de pastores como Darío Silva y Andrés Corson.
En Bucaramanga, cientos de personas marcharon por la paz en un recorrido que inició a las 12:30 p. m. desde el Parque de los Niños y culminó en la plaza cívica Luis Carlos Galán con un plantón. Este evento no distinguió entre religiones, convocando a todas las iglesias de la ciudad a unirse por una causa común: el cese de la guerra en algunas regiones de Colombia y la consecución de una paz duradera con los grupos armados.
En Manizales, centenares de personas participaron en una marcha por una de las vías principales de la ciudad, la avenida Santander. Denominada “Marcha con Jesucristo, Colombia en Paz”, este evento tenía como objetivo exaltar a Jesús como la esperanza de la nación y liberar al país de la opresión espiritual.
Dirigida a todas las personas de fe, esta marcha buscó unir a la comunidad en un espíritu de paz y esperanza. Durante el recorrido, los participantes proclamaron frases como “Si mi pueblo tiene vida, Jesús es la salida” y “La esperanza está en Jesús y Colombia despierta. La esperanza está en la puerta”. La marcha comenzó en la avenida Santander y finalizó en el sector del Parque Caldas.
Estas movilizaciones demuestran el poder de la fe y la unidad para promover la paz en Colombia. La Iglesia católica y cristiana han mostrado que, más allá de las diferencias, es posible trabajar juntos por un objetivo común: la construcción de una paz sostenible y verdadera basada en los valores de Jesucristo.
Este domingo fue un día significativo para todos los que participaron, y un recordatorio de que la paz es posible cuando la fe y la unidad se convierten en los motores del cambio.